No fue fácil este año. Lo digo objetivamente hablando. Pienso también que quizás fue más fácil que otros en los que nada malo pasó y yo estuve mal igual. Quizás ustedes sintieron eso. Es como estar triste en verano. Se siente erróneo. Este año fue difícil pero al menos sentí que estaba haciendo las cosas bien al encontrarme perdida, como si hubiese de alguna forma respetado la consigna.
Todos los años escribo eso que aprendí. Pienso en todo lo que sé ahora que no sabía el año anterior. Es fácil olvidarse de lo que uno logra. Somos personas tan preparadas para aceptar lo bueno que solemos olvidar las enseñanzas y clasificarlas como conocimientos que siempre estuvieron ahí. Pues no. Hay muchas cosas que ustedes saben este año que no sabían antes. Les invito a hacer esa lista. Acá va la mía:
Todo lo que sé, sobre todo, a fines de 2021:
Estar sola no es una personalidad, es un estado físico temporal. Es lindo estar sola cuando sabés que vas a estar acompañada, como cuando recorrí Barcelona con mi propia compañía porque sabía que a la noche iba a cenar con Danu. Es lindo estar sola pero yo no soy una persona sola. No hay ámbito en el que exista en soledad. Todo loq ue me pasa a mí afecta a otros. No hay nada que tenga que hacer sola, sin ayuda. Tengo muchísimas personas que están dispuestas a acompañarme y tengo que entender que es responsabilidad mía dejarlas.
Me quieren mucho y me quiero mucho. El amor existe adentro, siempre. Es un reflejo. Si me quiero poco me van a seguir queriendo, pero yo voy a querer a los otros menos de lo que ellos merecen. Tengo que quererme más para aprender a querer mejor a los que me quieren. Este año aprendí a quererme mucho. Es más fácil existir si me quiero. Y para quererme más no tengo que cambiar nada de mí. No tengo que ser más flaca, ni hacer más plata, ni tener más amigos. Tampoco tengo que glorificar mis defectos. Tengo que dejar de verme como un proyecto a mejorar y aceptar que existo así. Y de esta forma, puedo querer a los otros como son. No como un proyecto a mejorar, no en un futuro condicional, exactamente como son.
Nadie sabe qué es lo que está haciendo pero muchos sabemos a dónde queremos ir y eso es haber ganado la batalla. Nadie sabe qué es lo que está haciendo y vos no vas a saber qué es lo que estás haciendo si encontrás consuelo en que el otro tampoco sabe. La conformidad es buena, es bueno estar conformes con lo que somos. Siempre se puede estar mejor pero a veces está bien ser esto, en este momento. Es importante permitirles a los demás que sean lo que tienen que ser, en este momento. Es importante permitirles vivir sus procesos. Es importante tener paciencia con todos. Con vos y con los demás. Nadie sabe qué está haciendo y vos tampoco y eso hace que dejes de intentar demostrar algo que nadie tiene ni va a tener. Y conformarse no te hace ser mediocre, te hace ser feliz. Excepto que seas una persona que tiene demasiado miedo a hacerse preguntas y empujarse a más, pero yo no soy esa persona. Yo no necesito cursos de productividad ni dietas para adelgazar ni charlas motivaciones. Yo necesito permitirme ser quien soy, como me toca serlo. Yo necesito apreciar el lugar en donde estoy ahora. Yo necesito dormir sin culpa. Yo necesito dejar de atar mi valor a lo que genero. Yo necesito aceptar que quizás lo que soy es todo lo que voy a ser y eso está bien. Solo aceptando la pobreza (de placeres, de dinero, de reconocimiento) voy a estar preparada para recibir la abundancia (de placeres, de dinero, de reconocimiento).