💌 equipo newsletter - junio 💌
Lo mejor de este mes, y una invitación para que tus palabras aparezcan en este espacio
Hola a todos y bienvenidos a la edición mensual de 💌 equipo newsletter 💌, una sección de Todas Nuestras Palabras para escribir y conectar. Si querés leer las ediciones anteriores podés pasar por la pestaña especial de nuestro perfil.
Hoy les traigo, además de las ofrendas de siempre, una invitación abierta y gratuita para que tu texto aparezca en Todas Nuestras Palabras. Seguí leyendo para saber más!
Esta es una publicación gratuita, donde vas a encontrar recomendaciones, nuevos integrantes del equipo y la posibilidad de sumarte con tu publicación. La versión paga de esta sección existe para ayudar a aquellos que están pensando en lanzar un newsletter, hacer crecer su plataforma, lanzar un espacio pago. En mayo di algunas puntas sobre escribir sin buscar vender.
La respuesta que voy a contestar este mes será:
Cómo escribir de temas personales respetando mi privacidad (y la de mis personas cercanas)? Me pasa que sea cual sea la temática que tenga ganas de explorar, en algún punto de mi escritura siempre menciono vivencias personales. No puedo no hacerlo ni quiero dejar de hacerlo, porque ahí es donde más me entiendo y donde siento que puedo ser más clara expresando lo que quiero expresar. Pero sí me limita a compartir lo que escribo porque siento que me estaría compartiendo en exceso, que estaría compartiendo partes de mí (y de otras personas) que no sé si quiero compartir. Siento ganas de tener un newsletter, de compartir lo que pienso, de generar conversaciones, pero siento que no sabría preservar mi privacidad. Y no sé si me gusta eso.
Si querés conocer el funcionamiento del equipo newsletter selecto, pasá por esta publicación:
La idea detrás de formar un equipo newsletter fue la de conectar, amplificar voces y generar comunidad. En el pasado, el taller de Terapia Creativa que coordino solía tener su competencia interna, y extraño darle ese espacio a los creativos que me leen y me acompañan. El mes pasado les traje la primera convocatoria abierta de Todas Nuestras Palabras, y la ganadora fue Melisa Barros y su texto sobre la culpa. Si bien elegir un solo texto ganador fue *muy* difícil, porque todos los envíos tenían algo que quería compartir por acá, el texto de Melisa se destacó y no pude negarles a ustedes, mis lectores, el lujo de leerla.
“¿Podes parar de pedir perdón?”
Desde que tengo uso de razón que lo hago. A veces no sé porque, pero por las dudas me disculpo. Siempre sentí un dedo apuntándome. Sin que lo pidiera, vine al mundo pidiendo perdón. Perdón por no ser la pieza de rompecabezas que tenía que ser, la pieza que ellos querían. A través de los años me disculpé, me disculpé mucho. Guardé lo que quería leer, guarde lo que quería escribir, guarde lo que quería compartir.
Simple y contundente: Guardé, guardé y guardé.
Saltando de un año al otro, lo que pasó parece pertenecer a otra vida, a una muy lejana. Una vida que tras esfuerzos magníficos logre dejar atrás.
La tristeza siempre fue un fantasma y para que no me persiga intenté enterrar esos años. Lo hice exitosamente creando nuevos caminos. Abracé el futuro, lo abracé fuerte. Creo que demasiado porque acá estamos: mis miedos ganaron y el aire empezó a faltar. Pensé que la felicidad una vez que la atrapabas se quedaba con vos eternamente.
Ahora atardece y es domingo. Los árboles de mi vecina que veo a través de mi ventana parecen alejarse, con el pasar del tiempo cada vez más. La música parece flotar. Hace unos minutos estaba pidiéndole a mis cartas que me digan mi futuro. Les pedí disculpas porque nunca les pido eso. Va en contra de mis reglas, yo hago mi propio destino. Sin embargo, el sol se va y la noche me llena de preguntas. Antes de que cambien los colores quiero certeza. Tengo terror del pasado. Quiero sobrevivir. Quiero estar a salvo.
Un minuto estoy bien y un minuto después, no sé. Quiero estar bien. Mi mama me dice: “Si vos estas bien, yo estoy bien” Eso me inquieta. Pasan los años y la experiencia debería minimizar las ansiedades. ¿Debería? Los debería y los tengo, grandes causantes de culpa.
Los rayos de sol pintan todo de color naranja. Parece un paisaje de rompecabezas. Los árboles ya no son árboles; no sé qué son, se expanden de forma rara. Puede que sean faros si pongo a jugar la imaginación. Ellos no piden perdón, no sienten culpa.
Mi psicóloga me dice que tengo una gran capacidad de resiliencia. Me levanto cada día a pesar de las tormentas; y en eso le doy la razón. Mi vulnerabilidad, mi sensibilidad me hacen robusta emocionalmente. Lana sigue sonando en el fondo, creo llegar a una conclusión. No hay diferencia entre el paisaje que se pierde en la oscuridad y yo: somos uno. Y si de algo hay que ser culpable que sea de eso: soy naturaleza, naturaleza reactiva.
Como un árbol de testigo, como una ola que rompe, y el sol que relumbra: solo soy.
Soy un ser humano; que en este mundo hermoso pero difícil sobrevive y vive.
En junio esta convocatoria se repite, teniendo a la temática deseo como foco central. Para participar, pasen a conocer las bases y condiciones. Tienen tiempo hasta el 20/06.
Sé que elegir qué newsletters seguir es difícil, así que en junio traigo recomendaciones personales con publicaciones que nutrieron mi mes. No te olvides de dejar tu publicación escrita en comentarios para que la podamos sumar a nuestro equipo!
Acá está mi newsletter en español favorito de este mes:
A las chicas de La Pausa las quiero mucho. Fueron parte de mis talleres algunos meses, me entrevistaron para su podcast y me han traído recomendaciones buenísimas. Esta edición me gustó de forma particular porque es un conjunto de un montón de temas o figuras que me apasionan: las mujeres que esperan, Idea Vilariño y Sylvia Plath. Si quieren conocer a Juli y Guada, recomiendo empezar por este newsletter.
La publicación que está empezando a nacer es:
Lucila viene trabajado conmigo mano a mano hace algunos meses, por lo cual anunciar esta publicación me hace sentir bastante orgullosa, como una tía en una graduación. Si se suscriben a Un fuego van a recibir textos de una inteligencia precisa que no llega a ser nunca pretenciosa y una sensibilidad curiosa y detallista. Sus textos cortos y no tan cortos son sorpresas simpáticas y amenas. Leerlos se siente como encontrar un puñado de pesos por la calle.
Vanesa también es una escritora con la que vengo trabajando de cerca hace un tiempo, por lo cual este anuncio me hace ser una doble tía orgullosa. Landing Somewhere es, por ahora, una publicación que tiene los viajes de Vanesa como escenario de sus procesos. Si se suscriben van a conocer su paseo por Marruecos, Nueva York y Sudamérica, todos ellos atravesados por su visión. Los protagonistas de sus escritos son el asombro, la simpleza de algunos aprendizajes y la visión humana de su creadora. Leerla a Vanesa es viajar simultáneamente hacia lo desconocido del afuera y del adentro.
Ahora sí, acá están nuestros newsletters integrantes:
Si querés sumarte a este equipo, dejá tu publicación en los comentarios. Va a ser incluida en la próxima edición mensual de equipo newsletter, para que más personas puedan leerte. Podés compartir el link de tu newsletter si no está dentro de Substack, pero recordá que siempre es más fácil la interacción entre creadores si estamos todos en el mismo lugar :)
Y este newsletter que es parte de nuestro equipo pero no está en Substack es Wonderwall Palace.
Como me gusta este equipo 🧡
Hola Juani! Cómo estás? Que lindo ver mi texto acá💖 Fue súper terapéutico escribir sobre culpa. Cuando terminé el texto sentí una descarga y alivio especiales. Gracias por este espacio tan lindo🥰✨