“Por suerte los jazmines de la abuela Clara heredaron su perseverancia.”
Fermín Sagarduy
Veinte segundos
Hola, buen día, buen viernes. ¿Cómo están? Espero que bien. Realmente espero que no estén “de diez” ni “genial” ni “de primavera”. O sea, si están así, me alegro muchísimo, pero si sólo están bien, me alegra también. Yo estoy bien pero durante algunos días este mes estuve mal justamente porque no estaba increíblemente fantástica. Creo que me olvidé de que estamos en una situación atípica. Ya no extraño la vida del 2019, olvidé que existía por completo. Y a veces me encuentro medio tirada y me castigo porque debería estar mejor porque nada está mal y en realidad hay muchas cosas que están mal, pero yo ya me acostumbré. Qué se yo, a veces sólo estamos bien y eso está bien también.
Hoy vamos a hablar del coraje, literario y humano. Espero que esta edición resuene y les guste.
No sé si vieron We Bought a Zoo, pero deberían verla. Es una de esas películas que podés ver con tu mamá y tu papá, con tus amigos o solo, una vez o muchas, por partes o completa. Está basada en un libro escrito por Benjamin Mee, un señor que una vez compró un zoológico y que muchos años después fue interpretado por Matt Damon. Hay un pasaje de su libro que aparece en la película tal cual está escrito y, en lo personal, me parece de las cosas más inmortales que he leído. Quizás no sea una oda a la literatura, pero no puedo pensar en la palabra “coraje” sin pensar en él, así que me saco el sombrero ante Benjamin. Acá va:
“¿Sabes?, a veces todo lo que necesitas son veinte segundos de un coraje desquiciado. Literalmente sólo veinte segundos de una valentía vergonzosa. Y te prometo, algo bueno va a salir de ahí.”
Con esta premisa vamos a encarar este newsletter. Con ganas de regalarnos veinte segundos de una valentía vergonzosa y la esperanza de que algo bueno va a salir de ahí.
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Nosotros
Hace un tiempo dije, no recuerdo si en este newsletter o en algún otro lado, que en realidad nadie querría ser valiente. El coraje no existe en la comodidad, en ese caso sólo es un supuesto. Yo siempre le tuve miedo a las profundidades, y me imaginaba situaciones en las cuales heroicamente me sumergiría en una pileta eterna para rescatar a alguien. En realidad, no sé si lo haría. (Nota del editor: mientras leo esto por última vez antes de mandarlo me sorprendo porque anoche soñé que mi hermano se perdía en un barco hundido y yo me animaba a bucear a encontrarlo. Sigo sin saber si en la realidad lo haría, pero creo que si hay alguien por quien intentaría ser valiente, es él.) Me gusta pensar que sí, porque a todos nos gusta pensar que podemos ser nuestro propio superhéroe, pero la realidad es que no tengo idea de qué haría si las papas quemaran, porque mi única certeza es que no quiero que quemen. Empiezo por ahí para que no queden dudas. Creo que la valentía sólo es real cuando se demuestra empíricamente, sino es una forma de alimentar el ego, como cuando digo que si me cruzara con Harry Styles en una fiesta lo conquistaría: tan inchequeable que nos permite sentirnos bien sin tener que ponernos a prueba. Pero la valentía real es justamente eso, el ponerse a prueba. No es el salir ganando, sino el arriesgar. No es la gloria de los gladiadores, es silenciar la posible vergüenza del fracaso y accionar igual.
No siempre podemos silenciar esas vergüenzas. Sé que, en mi caso, el miedo ha sabido comandar mi vida. Todavía lo hace. Cuando realmente tengo que enfrentarme a él sé hacerlo, pero eso no siempre pasa. Todavía no entiendo qué es tener buena suerte, si encontrarme en situaciones que me permiten hacer la plancha y dejar que la vida pase o encontrarme entre una pared y una espada que me dan el mismo pánico. Sé que las mejores cosas que hice salieron de estar acorralada, pero también sé que si pudiera pedir un deseo éste sería no tener que volver a sentirme así nunca.
No tengo conclusiones con todo esto, más que repetir que nadie quiere ser valiente. Mi abuela Clara tenía jazmines que heredaron su perseverancia pero creo que ni ella ni ellos querían ser perseverantes frente a la adversidad. Son adjetivos que cualquiera preferiría evitar. Queremos estar tranquilos, pero cuando estamos tranquilos dejamos de vivir activamente y pasamos a ser los personajes secundarios en la vida de alguien más. O quizás sólo me pasa a mí. Quizás ustedes no necesitan sentir que perdieron el piso en el que estaban parados para animarse a buscar un mundo que les de gusto habitar. Quizás ustedes pueden ser nobles por amor y no por miedo a quedarse solos. Quizás ustedes disfrutan de hacer el esfuerzo por estar a la altura de la persona que quieren ser. Pero si son como yo y ya perdieron la esperanza de vivir una vida sin p´anico, sepan que son valientes. La valentía es nuestra: sólo aquel que vence una barrera puede reclamar el título. Estoy segura de que preferiríamos ser personas seguras y tranquilas, pero nos tocó ser miedosos y nosotros elegimos ser valientes. Y sí, quizás no sea la gran cosa, pero nosotros sabemos que es un montón.
Aquí van mis recomendaciones:
Algo para leer: Someone Who Will Love You in All Your Damaged Glory, un libro de Raphael Bob-Waksberg. No sólo demuestra un coraje enorme al plantear formas muy innovadoras de escribir historias, si no que sabe poner en jaque la muestra más grande de valentía: jugársela por amor.
Algo para ver: Brené Brown: The Call to Courage es un especial de Netflix que se enfoca en la vulnerabilidad y su relación con el coraje. Realmente, un 10.
Algo para escuchar: En Pijama es un podcast de mi amiga Saintmaili. En el capítulo Self-confidence y proyectos personales, las dos debatimos sobre cómo tener más seguridad en una misma moldeó nuestra forma de mostrarnos en el mundo y encarar nuestros proyectos. Me han dicho muchas veces que es un episodio muy lindo, así que lo recomiendo sin humildad y con mucha confianza en lo que hicimos.
Algo para colaborar: estoy muy feliz de anunciarles que nos unimos con los chicos de Rotaract 4905 para traerles un webinar a beneficio. La charla de una hora y media dictada por mí se va a llamar La Hoja en Blanco: claves para luchar contra el miedo a escribir y está orientada no sólo a los que andan con bloqueos creativos si no a todos los que tienen miedo a dar sus primeros pasos en la escritura. El costo va a ser de $300 y todo lo recaudado va a ser destinado a la compra de camillas y tubos de oxígeno para distintos hospitales de La Plata. La información completa, incluyendo otras charlas a las que también pueden asistir, la encuentran acá y reservan sus lugares haciendo click en este formulario.
Algo para comprometerte: si te cuesta hacerte el tiempo para escribir, te invitamos a ser parte de nuestro segundo retiro de escritura. Cuatro bloques de escritura, un recreo, disparadores para que tengas ideas y un momento que merecés regalarte. Toda la info está acá. (Si sos alumno de los talleres, pedime un código de descuento!)
Eso
Escribir es fácil. Quizás vivir sea difícil pero escribir es fácil. Mirá, estoy escribiendo. Estoy escribiendo que escribir es fácil. Ahora escribí vos. Escribí cualquier oración sobre algo que veas. La mesa está servida. La persiana es marrón. ¿Viste qué fácil es escribir?
Hay gente que cree que escribir bien es difícil. Yo no soy quién para contradecirlos, pero en mi opinión escribir bien es fácil. Podés estudiar las reglas gramaticales y de estilo, podés leer libros sobre narrativa, podés pagarle a un mentor para que te señale esos lugares en los que tu discurso se desmorona. Escribir bien es fácil. Si lo único que te importa es ganarle a la lapicera roja que busca errores, vas a ver qué fácil es escribir.
Lo difícil no es escribir ni hacerlo bien, lo difícil es hacerlo en serio. Lo difícil es agarrar el discurso interminable que tenés enfrente tuyo y resumirlo en un sólo concepto que diga todo. Alejandra Pizarnik escribió:
“Si no vino es porque no vino. Es como hacer el otoño. Nada esperabas de su venida. Todo lo esperabas.”
Y yo pienso que usó palabras que sabe usar cualquier nene de jardín de infantes y las separó en oraciones cortas y simples por lo cual cometer un error de redacción se hace casi imposible y sin embargo, no imagino un trabajo más difícil que escribir ese poema, que tiene consigo todo el trabajo de análisis que es necesario hacer para entender que a veces la gente no viene porque no viene y que nosotros esperamos nada y esperamos todo. Y de todas las palabras imposibles de encontrar que resumirían este sentimiento, Alejandra se encontró con las justas y las puso en la hoja. Creo que su valentía mayor reside en el “todo lo esperabas”. No la conocí, pero imagino que no debe haber sido fácil reconocer la decepción y la entrega.
Les tengo un ejercicio que en realidad es una petición. Hace unas semanas que escucho La ritournelle de Sébastien Tellier. La escucho mientras miro por la ventana del colectivo y me siento una persona a la que le pasan cosas, una persona que entiende lo que no había entendido antes. Justo cuando pasa la marca del primer minuto hay una nota especial o será un intervalo o no sé qué es porque yo no sé de música pero sé que es especial porque me hace sentir más cerca del lugar de mi alma donde no me puedo esconder. Y hace semanas que intento poner en palabras lo que siento cuando la escucho, que es muy parecido a lo que me pasa hacia el final de Reckoner, que tiene que ver con querer tocar algo y no poder hacerlo, y no sé si lo que quiero tocar es a alguien o es en realidad la valentía de poder decir las palabras que encuentro en esa canción. Y seguro son palabras fáciles de usar, de esas que conoce cualquier chico de primer grado, y seguro cualquiera podría combinarlas, pero creo que yo todavía no puedo ponerlas juntas para decir eso que en el fondo sé que siento pero no tengo el coraje de reconocer.
Hagan la prueba, escuchen esta canción sin hacer ninguna otra cosa y reconózcanse como la escena final en la que el protagonista se cansa de pelear consigo mismo y acepta lo que es y lo que siente y lo que quiere decir. Háganlo, como hago yo, todos los días, hasta que salga alguna oración que nos deje sin escudos, desnudos y desprotegidos, honestamente conectados a lo que nos pasa. Es difícil, pero nadie dijo que escribir en serio fuese fácil.
¿Quieren convertirse en parte de esta familia de desconocidos que ahora comparten una vida? Pueden conocer las distintas opciones acá.
Ellos
¨"I'd die for you" that's easy to say.
We have a list of people that we would take:
a bullet for them, a bullet for you,
a bullet for everybody in this room,
but I don't seem to see many bullets coming through,
see many bullets coming through.
Metaphorically, I'm the man,
but literally I don't know what I'd do
Twenty One Pilots, Ride
Si queremos que nuestros personajes sean reales —y a esta altura si no quieren eso entonces qué corno quieren?— vamos a querer que tengan cosas en común con nosotros, los seres humanos. Podríamos decir que a una persona la define su club de fútbol, su signo del zodíaco, su preferencia política. Podríamos, pero para mí estaríamos equivocados. Todas esas cosas existen fuera del plano concreto y para mí lo que define a una persona es justamente eso que hace y no lo que piensa. Porque sí, en la teoría, todos somos correctos y perfectos. Metafóricamente, todos somos unos genios, pero cuando las papas queman, no sabemos qué hacer.
Aprendí esto enamorándome. La amistad es fácil, la familia es fácil, pero el amor es re difícil. Porque todo es maravilloso en el imaginario, por cinco minutos, pero sostener el esfuerzo en la vida real, cuando todo se pone difícil, no es para cualquiera. Y no digo que no sea para cualquiera porque hay gente que no tiene huevos, porque no soy una de esas cuentas de mujeres despechadas sin autocrítica. No es para cualquier combinación de almas, no es para cualquier persona que te gustó un ratito. Es para la persona que tiene que ser, la real, la que acciona cuando las papas queman.
Creo que nos define lo que elegimos hacer con nuestro miedo y creo que eso también define al otro. Yo le tengo fobia a los pájaros en general y a las palomas en particular. Es fobia, no es asco. La idea de que un pájaro se meta en mi casa me congela y nada más logra hacer eso conmigo. Preferiría tener que encontrarme con una serpiente en mi inodoro que con una paloma parada arriba de mi cama. De hecho, sólo el escribir esto me está dando escalofríos y náuseas. No es racional porque es una fobia y no me define, pero sí me define lo que elijo hacer con ella. Mi fobia arrancó a existir en el 2011, aproximadamente. No sé por qué llegó pero sé que el año anterior yo me pasaba días enteros en la casa de una amiga que tenía un loro que volaba por todo el living sin tener nunca un problema, por lo cual intuyo que más o menos comenzó por esa e´poca. Por muchos años, la dejé existir y la dejé tomar decisiones por mí. En 2017 dejé a mis treinta alumnos solos en el salón porque había un pajarito y mi cuerpo no pudo soportarlo. Me escondí atrás de un tacho de basura enorme y los mandé a ellos a buscar a otra profesora. Tuvieron que ayudarme a levantarme y darme agua para que yo dejara de temblar. En 2018 tuve que pasar un día hermoso de sol en medio del verano californiano adentro de un bar porque afuera había gaviotas y yo casi me largo a llorar cuando ellas volaban cerca mío. Mi vida se fue haciendo más chica. Evitaba abrir la ventana en verano, evitaba ciertas plazas que siempre me habían gustado, a veces me cubría la cabeza para pasar por algunas calles donde las palomas siempre estaban. Y cada vez que una se me acercaba demasiado, la fobia se hacía peor.
En 2019 me vine a vivir a Londres. Ya la había visitado una vez y sabía que abundan no sólo las palomas si no los cuervos, los gansos, los patos y los cisnes. Mucha pluma para mí, que soy dramática pero no vedette. Y ahí las papas quemaron. No iba a permitir que el sueño de toda mi vida se volviese más chico por mi miedo, así que volví a terapia. Primero tuvimos sesiones en las cuales sólo miraba fotos de pájaros. Quizás parezca ridículo para ustedes, pero mi psicóloga tenía que darme la mano mientras las pasaba para que yo pudiera soportarlo. A veces no podía. Después pasamos a los videos, videos larguísimos de pájaros picoteando una cámara. De vuelta, necesitaba su mano. Después tuvimos varias sesiones paradas en la plaza Montenegro en Rosario. Primero nos parábamos lejos y las mirábamos sobrevolar. De a poco con el correr de las semanas nos fuimos acercando y eventualmente terminé dándoles de comer. Hay pruebas y un post inspirador que escribí en su momento y lo encuentran acá. A lo que voy es que mi miedo no me definió nunca, sólo delimitó mi vida. Lo que me definió fue lo que elegí hacer con él, y esa elección definió también qué lugar ocupa Londres para mí. Fue eso que no estaba dispuesta a perder.
Si quieren pensar en personajes reales, piensen en sus miedos, en el mapa que trazan en su vida. Piensen cómo esa vida se achica cuando ese miedo se agranda. Y piensen en los factores que entran en juego, en las personas y las circunstancias que se cruzan con sus protagonistas, en los sueños y los proyectos que se dejan atrás. Contrapongan esas situaciones al miedo que las desafía y entiendan que hay un límite que el ser humano no está dispuesto a cruzar y que por lo general es ahí donde el coraje aparece. Entiendan que en realidad todas las historias hablan de valentía, de hacer un esfuerzo por estar a la altura.
Y por último, si en algún momento el miedo de alguien más los lastimó, si alguien los dejó porque no le daba la nafta, consideren que además de enojo pueden sentir consideración. La vida del cobarde es mínima, y cada día que pasa se achica más y más. Y hacer el esfuerzo no es fácil, no siempre. No todos tenemos alguien que nos agarra la mano mientras nos sacudimos para dejar que el terror se nos escape del cuerpo (y por favor, no caigan en el lugar de creer que son ustedes los que pueden sostener al que los está lastimando, porque no pueden ni deben). Quédense con la fantasía y sueñen con ella mientras escuchan La ritournelle y entiendan que a todos nos toca tener y ser un límite. Y no pueden ser trascendentales para todo el mundo y agradezcan que no lo son porque no creo que a ninguno de nosotros le de la nafta para ser el límite de todas las personas que alguna vez quiso. Ojalá dejemos de tener tanto miedo y ojalá llegue la persona que esté dispuesta a pelear contra los suyos por ustedes. Mientras tanto, es hora que se ocupen de sus palomas.
Este espacio funciona a base de amor por la propuesta, libros que leo para crecer todos los días un poco más y Coca Cola que me acompaña cuando tengo sueño. Si quieren ayudarme a solventar esos libritos y coquitas, pueden hacer acá desde el exterior o acá desde Argentina.
Elles
Una vez más, nos toca presentar a nuestras vedettes: los trabajos ganadores del taller de Terapia Creativa para Escritores. Este grupo humano que comenzó a juntarse en octubre se convirtió en una familia. Cada vez que tenemos que votar en la competencia mensual llegan mensajes de “no me pueden hacer esto” o “¿se puede votar en blanco?”. Lo que más rescato de estas clases y de esta gente es la calidad humana y el milagro que se da cuando estamos juntos. Somos artistas peleando contra nuestros egos, nuestra necesidad de trascender y nuestros miedos. Encontramos el coraje en el otro y por eso somos tan felices escribiendo juntos.
Este mes las categorías fueron forma, lugar y caracterización. Pueden leer sus textos y los ganadores anteriores haciendo click acá. Ellas son las ganadoras:
Categoría forma. Ganadora: Gina Verona Muzzio.
Creo que pocas veces en mi llegué al nivel de fascinación por la creación de une alumne como me pasó con Gi. A la hora de crear una historia jugando con la forma, ella nos regaló En la ruta, un cuento de gente que busca gente a través de Instagram. Hasta que Youtube nos deje subirlo sin problemas de copyright, lo encuentran acá. También pueden chusmear la página de Instagram del trabajo aquí. Gina de nuestro corazón, gracias por regalarnos esto.
Categoría lugar. Ganadora: Milagros Baraldi.
Milagros (conocida internamente como Miliperritos) llegó a nuestros talleres hace unos meses con el corazón en la mano. Se nota en sus palabras y se nota en la forma de leerlas. El patio del medio es un texto melancólico y bello. Me emocionó escucharlo en clase y me emocionó leerlo otra vez. Las mudanzas siempre son difíciles, dejar una vida atrás te hace dejarte atrás a vos mismo. Si andan necesitando apoyo en una situación parecida, o si todavía sueñan (como yo) que vuelven a los lugares a los que fueron felices, no dejen de leerla.
Categoría caracterización. Ganadora: Rocío Alonso
Rochi como concepto es una de mis presencias favoritas en el taller. Me alegra saber que una adolescente tiene el coraje de aceptar lo que le gusta desde tan chica y me llena de esperanza porque estoy segura de que no es la única. De hecho, siempre me inspira escucharla hablar, y me siento un poco una adolescente que todavía tiene tiempo de convertir al arte en el amor de su vida. La consigna de este mes era escribir el diario íntimo de un personaje. Jueves 13 de mayo logra capturar la voz de una forma fantástica y nos cuenta toda una historia en un simple día. Además, pone el foco en una verdad incómoda que no todos aceptamos: morimos por saber qué piensa el otro de nosotros y si esa certeza no se encuentra, muchas veces la inventamos.
Mis felicitaciones a estas tres monstruas de la escritura. Estoy muy feliz de que hayan elegido este espacio para brillar.
Si se suman al taller de Terapia Creativa para escritores van a:
trabajar sus miedos en un ambiente seguro, mejorar sus técnicas de escritura, ser parte de proyectos en grupo, poder participar del mundialito regional de escritura entre compañeros, para ganarse un lugar y mostrar sus trabajos en este newsletter.
Pueden sumarse al grupo de los martes a las 15:30, los jueves a las 8 am o los sábados a las 10 am. Encuentran más info acá y reservan su lugar escribie´ndonos a todonuestro.todosuyo@gmail.com.
Vos
Esta es una sección nueva, creada especialmente para vos. ¿Para vos? Sí, para vos, que querés convertirte en un autor publicado y no sabés cómo hacerlo.
Hacía rato que queríamos que este espacio sirviera más que para sólo producir, y fue por eso nos unimos a Belu, ex alumna del taller y ex editora de estilo con muchísima experiencia en el rubro. Hoy nos dejó este mensajito:
Hola!! ¿Cómo andan? Este mes de mayo estuvo particularmente agitado de laburo y fue imposible hacer mi ritual de poner un disco, hacerme un café y escribir la columna 💔 Mientras vuelvo a un balance trabajo-vida decente, pueden ponerse al día con las columnas anteriores acá y mandarme todas las preguntas que tengan acá. No se inhiban, que contesto lo que sea.
Les mando un beso grande y lxs leo!! 💌❤️
Belu
¿Te gustaría participar de nuestros talleres y aprender escribir historias pero no te coinciden los horarios?
Sumate a La Factoría de Historias. Un curso express que te va a volar la cabeza. Más info por acá.
Ella
Hola amigues! Acá como siempre @katepetrich
Uf, temática coraje se abre una cerveza suspira. Cuando estés al borde del abismo y no te quede otra que saltar, te vas a dar cuenta. Pasamos un montón de tiempo pensando en qué pasaría si tal cosa, nos armamos para una guerra a futuro que –guess what- ya está acá. Queremos hacer planes para la vida y antes de poner el punto final en la larga lista de pretensiones nos damos cuenta de que la vida ya esta acá, ya está pasando, y nos agarra con el cinturón desabrochado todos los días. No sabemos qué va a pasar, nunca, por eso creo que el coraje es algo inherente a la condición humana. Es lo que nos empuja a escapar hacia adelante. Y está bien. Y como alguien me dijo alguna vez – y pardon my french- si la soga viene con mierda, hay que agarrarla con los dientes.
Ahre que me habían llamado para hablar de libros. Bueno acá tengo dos que son, por forma y contenido, odas al coraje:
Someone who will love you in all your damaged glory, Raphael Bob-Waksberg
Juani ya les comento de esta OBRA MAESTRA un poco más arriba. El autor es el creador de Bojack Horseman, tal vez la mejor serie animada de la historia. Si la vieron saben qué esperar de este libro.
Son relatos cortos que usan excusas ridículas para hablar de temas que todos conocemos: amor, desamor, relaciones humanas. Tuve que frenar muchísimas veces, algunas para reírme y otras para llorar, porque uno va tranquilo por la vida y de la nada lee este párrafo:
"A statue isn't built from the ground up -it's chiseled out of a block of marble- and I often wonder if we aren't likewise shaped by the qualities we lack, outlined by the empty space where the marble used to be. I'll be sitting on a train. I'll be lying awake in bed. I'll be watching a movie; I'll be laughing. And then, all of a sudden, I'll be struck with the paralyzing truth: It's not what we do that makes us who are. It's what we don't do that defines us."
Lo elegi porque no debe haber sido fácil de escribir, pero sobre todo porque es un libro para leer cuando sientas que la vida te esta masticando con demasiadas ganas y no tiene intenciones de frenar en el futuro próximo. Cuando necesiten coraje, frenan un ratito y se leen unas páginitas de este libro hermoso.
Facsímil, Alejandro Zambra
Puede que me odien por hacer esta recomendación totalmente imparcial. Estoy obsesionada con Alejandro Zambra desde que me sentí abrazada y cuidada por Poeta Chileno. Después leí Maneras de volver a casa, otro libro hermoso. Todo sus libros tienen un componente autobiográfico muy fuerte, sobre todo referenciando su infancia en chile durante la dictadura de Pinochet, y por eso creo que puedo estar llenando los espacios que deja este libro con conceptos que traigo de antes.
Facísmil es 100% experimental. Está escrito a partir de una prueba de aptitud verbal que se hace para ingresar a la oportunidad. Todo el libro esta formulado a manera de ejercicio de escritura y te hace, al mismo tiempo, formular una relación super consciente con lo que estas leyendo. Al mismo tiempo, la forma se vuelve tan presente que la historia pasa a ser totalmente tácita de a momentos. Hay un capitulo entero creado a partir de un multiple choice que básicamente plantea un campo semántico lo suficientemente rico como para que uno entienda lo que esta pasando.
Es raro, es diferente, es otra cosa. Es la representación más justa de alguien intentando hacer algo nuevo. Y todo sabemos que no hay nada que requiera tanto coraje como ser el primero en intentar algo.
Esto es todo por hoy. Ojalá que tengan muchísimo coraje pero no necesiten usarlo muy seguido. Nos vemos el mes que viene!
El taller que va a hacer que sus días florezcan Los invitamos a conocer El Semillero: cuatro encuentros grabados para hacer a tu tiempo en la comodidad de tu hogar. Podés ver ejemplos de qué cosas enseñamos en el taller en estas historias destacadas. Si decidís sumarte, toda la info para anotarte está acá.
Ustedes y yo
No sé por qué, pero este mes se pasó mucho más rápido que los anteriores. Siento que hay algo que me obliga a moverme más rápido de lo que puedo. No es la primera vez que lo digo pero quizás sea la primera vez que lo cuento acá. Mi primera cuarentena en 2020 fue muy corta. Pasé dos meses semi encerrada, pudiendo salir a hacer ejercicio y acomodándome a una nueva normalidad que no había dejado de lado la vieja. Creo que cada uno vivió pandemias diferentes y yo no culpo a nadie que haya actuado diferente a mí porque no sé lo que vivieron. Yo sé que mi primera cuarentena no me costó, así como tampoco me costó volver a encontrarme con gente. Tengo pocos amigos, tengo menos conocidos, tengo un amor enorme por los parques. Volver a mi vida normal no fue tan alocado en 2020. El 2021 viene siendo diferente. Me pasé meses enteros encerrada, en una oscuridad que cada vez era más profunda. No estoy siendo metafórica: era de noche a las cuatro de la tarde. Y eventualmente empezaron a dejarnos salir y el encuentro ocasional con uno o dos amigos se convirtió en un aluvión de invitaciones y la verdad es que no puedo con todo. Jamás pensé que sociabilizar me iba a agotar tanto a MÍ, una sagitariana extrovertida, pero veo que a todos nos llega la hora. Si están en la misma que yo, los abrazo. Ya volveremos a bailar.
Y mientras tanto, los voy despidiendo. Nos encontramos de vuelta en un mes, a la misma hora y por el mismo canal. Si quieren leerme más seguido, pueden suscribirse a nuestro newsletter semanal por £3.5 al mes o £20 por todo el año. Hasta ahora tenemos siete ediciones en las que hablamos de cartas de amor, adoptar un abuelo para aprender a escribir mejor, el rechazo creativo, la conexión con otros y el bloqueo creativo (este último tema tiene varios posts). Dicen que el boca a boca es la mejor publicidad, así que les dejo este mensaje que me mandó una suscriptora fiel:
Buenos días o buenas tardes para ese lado del charco. Leo tus palabras con mucha emoción en el momento libre que tengo entre trabajos los viernes a la mañana, pero me encanta tomarme el lujo de releerlas cuando tengo un minuto de paz. Y para que sepas, dato no menor, yo no soy una persona que suele releer, ni siquiera veo películas de nuevo y me parece impensado hacer el rewatch de una serie habiendo tantas por descubrir. Pero tus palabras tienen eso que resuenan distinto y pueden caer como anillo al dedo en situaciones diferentes, por eso siempre vuelvo a ellas, y me parece que con eso, te digo todo.
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Recuerden que si la cosa se pone fea, como se viene poniendo para muchos de nosotros, podemos verlo como una oportunidad para ser valientes. O quizás no. Quizás soy una chica privilegiada que no sabe de lo que habla y cree que conquistó el Everest porque le escribe a un puñado de personas como si fuesen sus amigos. Quizás es el mecanismo de defensa que necesito. Y lo tiro por acá, en caso de que sea el que necesitan ustedes.
Hasta el mes que viene.
Un abrazo,
Juani