El quid de la cuestión
Hola de vuelta, amigos del newsletter. Hoy soy yo otra vez, durante este apartado y todos los que siguen. La lección que aprendí en octubre es que puedo pedir ayuda, la que aprendí en noviembre es que descansar hace que vuelva a la carga con más ganas. Extrañaba este newsletter, de verdad.
Hoy vamos a hablar del tiempo, ese que cura y borra, el que ocupa un espacio en nuestra vida aunque no tenga un cuerpo. El quid de la cuestión, porque todo es cuestión de tiempo.
Estoy escribiendo esto unos días antes del hoy en el que ustedes lo leerán. Para cuando llegue a sus casillas, el tiempo va a haber pasado y para mí va a haber importado y mucho. El 25 de noviembre es mi cumpleaños y el tiempo siempre juega un rol muy importante en mi forma de interpretar esta fecha. Por eso, hoy voy a hablarles del tiempo del arte, el tiempo para los personajes y el tiempo de nuestro arte. Espero que esta edición les guste y resuene. Bienvenidos.
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Nosotros
Decidí hablarles del tiempo porque está en todo y porque no existe. El mes pasado cambiaron los relojes en Inglaterra y todos lo aceptamos, como si fuera normal, como si las once siempre hubiesen sido las diez. Dicen que el tiempo es oro y tiene sentido porque el oro como valor económico tampoco es un hecho concreto. Cualquiera que venga de un país como Argentina sabe que no se puede confiar en el precio impreso en una bolsa de papas fritas. También decimos que todo pasa con el tiempo y es verdad y eso hace que con el correr de los meses hasta el amor más grande deje de ser real. A veces pienso en los hombres que amé y siento que esa no fue mi historia, no realmente. Esa historia no existió, el tiempo se ocupó de borrarla.
Elegí hablar de tiempo porque es lo que nos apura y nos aburre. Cuando tengo que dar clases particulares de español miro el reloj porque los minutos parecen no pasar y cuando tengo los talleres de escritura se hace de noche y yo ni siquiera me doy cuenta. Y cumplí 29 años y este año me hice amiga de una chica de 19 y me pregunté en qué se fueron mis últimos 10, en qué los gasté que no tengo nada para mostrar que no tenga ella, pero también conocí a un hombre de 38 que me hizo sentir que todavía estoy a tiempo de hacer todo eso que siempre soñé y más.
Cuando empezó la pandemia mi amiga Angie me dijo que un par de meses en la vida de una persona no son nada, que se pasan volando, y es verdad y también es mentira. Volé a Alemania por un mes este año y los días se me escurrieron entre las manos y cuando entré otra vez a mi casa sentí que nunca me había ido pero también entendí que la Juana que dejé en ese aeropuerto a la ida no va a volver a existir nunca. Entonces, ya ven, el tiempo no pasa y pasa volando, seis meses son una vida entera y un suspiro.
Elegí hablar del tiempo porque hacemos todo lo que hacemos gracias a él, por él, a pesar de él. Porque alguna vez tuve cinco años y alguna vez tendré setenta y seré siempre la misma y seré otra distinta y, en realidad, lo único que queda cuando los años pasan son las historias. Porque creo que todos escribimos para que los días valgan la pena y no se nos escapen, o para que nuestro recuerdo siga estando cuando nosotros no.
Cumplí 29 años y se acerca el fin de mi segunda década y no publiqué una novela ni planté un árbol ni tuve un hijo y quizás ninguna de esas cosas pasen nunca, pero leí libros y conocí ciudades y dejé mi alma entera en las manos de alguien más y pasé horas diciéndole a jóvenes adultos que escribir puede salvarles la vida y ayudé a una planta a crecer y la abracé a mi amiga Danusa y dormí la siesta y cociné risotto y me reí mucho y lloré bastante y acumulé las suficientes acciones pequeñas e insignificantes como para poder decir que el mundo existe de la forma en que lo hace porque yo existo en él. Si yo no estuviera, algo sería diferente. Y quizás la mayor trascendencia que me espera es esa: existí y el mundo no fue el mismo. Y eso es suficiente.
Aquí van mis recomendaciones:
Algo para leer: creo que hace meses que quiero recomendar este libro pero nunca encontré la temática adecuada, hasta ahora. Leí El encuadernador de Bridget Collins a principios de 2020, escondida en mi escritorio de oficina, peleando contra el sistema para robarle ese tiempo por el que me estaban pagando. No quiero arruinarles sorpresas, pero este libro ambientado en un pasado lejano tiene una historia de amor hermosa que muestra como podemos ganarle a todo, incluso al olvido. Su forma de jugar con los flashabacks me parece además una gran muestra de cómo podemos usar el tiempo para mantener el interés del lector. 10/10 recomiendo.
Algo para ver: quizás en otro newsletter recomendé esta película, pero esta temática la merece así que, si ese es el caso, lo haré de vuelta. Mr Nobody, protagonizada por Jared Leto, es una película fantástica que juega con múltiples líneas temporales. Es una de mis favoritas en el mundo y realmente creo que mi vida cambió después de haberla visto. Incluso si al principio parece medio lenta y #falopa, les insto a que la miren hasta el final y se emocionen con una de las mejores resoluciones que vi.
Algo para escuchar: para recibir mis 29 decidí regalarme un full set de aliados para que mi alma se sienta acompañada. Volví a terapia, saqué turno para que Valen me haga mi revolución solar y volví a Reiki. Reiki es una práctica que, en mi opinión, puede hacer muy bien incluso a los más escépticos. Saben que soy una persona muy espiritual, así que no debería sorprenderles lo que vengo a sugerir hoy. Cuando terminó mi sesión, mi maestra me mandó una serie de afirmaciones que tenía que repetir cada mañana. El video que ella me recomendó es este, pero pueden buscar cualquiera que resuene. Creo que ya se nos pasó el cuarto de hora y es momento de ponernos las pilas y hacernos bien al alma. Si se sienten como yo, no dejen de intentarlo.
Algo para que sean parte de nuestra comunidad: por muchos meses estuve intentando encontrar la forma de poder expandir lo que sucede en los talleres y poder ofrecerlo sin restricciones de días y horarios. Fue una tarea dura, porque tuve que pensar qué servicios podíamos ofrecer que no se encontraran en otros espacios, pero finalmente nuestro Patreon tomó forma y hoy pueden sumarse a nuestro universo a partir del 01/12 acá. Van a encontrar tres opciones con un rango extenso de beneficios. Lo que es más importante, van a encontrar una comunidad que los va a apoyar y entusiasmar a que escriban lo que ustedes quieran al ritmo que ustedes sientan. Estamos muy felices de poder expandirnos de esta manera y realmente les instamos a que se sumen, porque va a estar buenísimo todo lo que saldrá de ahí.
Algo para perder el miedo a escribir: largamos La Hoja en Blanco, nuestro taller más económico, más práctico y más útil para aquellos que no saben para dónde empezar a caminar cuando les toque dar el primer paso. Mediante una clase grabada y un cuadernillo de material de ejercitación complementario, van a poder encarar su miedo a escribir y llenar por fin esa hoja en blanco que tanto nos atormenta. Encuentran toda la info en este link.
Algo para curar el alma escritora: El Consultorio de la Tía Angustias es un espacio mediante el cual contestaré un pedido de ayuda relacionado a la escritura y la creatividad por semana. Es completamente gratis y no van a recibir más de una notificación/mail por semana. Si quieren sumarse, pueden leer este post y elegir si suscribirse al newsletter o sumarse al server de Discord.
Algo para conocernos: si quieren leerme más seguido (una vez por semana, como era este newsletter cuando empezó) y de paso quieren acceder a las clases gratis que daré en el futuro, suscríbanse al newsletter semanal en el que trato temas varios y exploro dramas con la libertad que la privacidad me permite. En la edición del viernes pasado, escribí sobre la génesis del arte:
“Me pregunto, no por primera vez, cómo podemos volver a jugar. En mi cumpleaños siempre pienso en quién fui de niña y en quién soy ahora. Sé que todos los motivos por los cuales no me quiero, son cosas que a la Juana de 4 años no le hubiesen importado. Sé que si ella me viera ahora, querría que yo fuese su maestra. No porque eso que lucho tanto por ser y parecer (atractiva, exitosa, popular) sino por las cosas que constituyen mi esencia más íntima: mi sentido del humor, mi consideración con los demás, mi optimismo eterno. Sé que hace un mes que no toco la novela que estoy editando, que me cuesta en este momento enfrentarme a la realidad de la escritora que soy y que prefiero quedarme en la expectativa de lo que podría hacer si lo intentara. Y sé que eso no le pasaría a la Juana de 4 años. Sé que ella no podría esperar a volver a su casa después del jardín para sentarse en su mesa del living, esa que siempre estuvo desordenada, y ponerse a dibujar historias con sus dedos regordetes. (…) Juani piensa que hay dos tipos de acciones: las que aburren y las que divierten. Si hacés cosas divertidas, podés llamar a tus amigos que también van a querer hacerlas, y así nunca vas a estar sola y siempre vas a ser feliz. Tan simple como eso. Por eso escribe, aunque sea con dibujitos. Escribe porque le divierte contar historias y cuando se divierte el mundo está bien.”
Si quieren leer el post entero y recibir estas cositas una vez por semana, encuentran toda la info haciendo click acá.
Eso
Cuando tuve que buscar qué escribir en esta sección, me debatí entre algunas ideas. Ya les hablé sobre la importancia de no apurar los procesos en esta edición del newsletter para suscriptores, entonces no me pareció bien hablar sobre esto de vuelta. En cambio, elegí expandir algo que mencioné en El Consultorio.
Los tiempos de nuestra vida influyen y mucho a la hora de volcarnos al arte, sobre todo a algo tan concreto como la escritura. Las cosas que vivimos afectan nuestras creaciones de múltiples maneras: el lenguaje que usamos, el género que elegimos explorar, las historias que queremos contar. En mi caso puntual, empecé a escribir ficción en 2014 y me caracterizaba por usar el humor y hablar sobre relaciones románticas o de amistad. Ahora, siete años más tarde, mi impronta cambió bastante. Mi amiga María, la amiga más inteligente que tengo, me dijo que mis cuentos últimamente están siendo caracterizados por la presencia de puntos seguidos. También me doy cuenta, aunque nadie me lo haya dicho, que escribo cosas un poco más oscuras, pero sin tanto sentimiento como en 2016, cuando realmente me sentía desesperanzada y angustiada.
Esto debería darnos un poco de aire a la hora de crear. No tienen que casarse con un estilo y no le deben explicaciones a nadie si de pronto quieren probar algo nuevo. También debería, de alguna forma, hacernos entender que si hay algo que tenemos, como escritores, es tiempo. Tenemos tiempo de crecer y desarrollar un estilo que nos haga sentir orgullos, tenemos tiempo de entender qué es lo que más disfrutamos escribir, tenemos tiempo de publicar nuestras novelas y también tenemos tiempo de descubrir que quizás no nos interesa tanto publicar novelas como creíamos, porque preferimos en cambio escribir cuentos y compartirlos con nuestros afectos. El tiempo juega un rol muy importante en el camino de literatura y creo que, en la mayoría de los casos, el rol suele ser nocivo. Sentimos que algo nos corre, que estamos llegando tarde, que vamos a perder la oportunidad de ser esos jóvenes admirados que publican su primer libro a los 20. En la mayoría de los casos, este éxito temprano suele ser una cruz que uno tarda mucho tiempo en sacarse de encima. Elizabeth Gilbert habla de esto cuando nos dice que le costó mucho más escribir después de haber publicado Eat, Pray, Love, porque aparentemente lo único más difícil que estar a la altura de las expectativas es estar a la altura de nuestro pasado.
El resumen de todo esto que vengo a decirles es que el tiempo es su amigo, no un jefe que les respira en la nuca. El tiempo les va a permitir convertirse en escritores maravillosos, el tiempo va a regalarles la posibilidad de crecer lejos de las miradas ajenas, el tiempo va a hacer que valoren el fruto de su trabajo. Hay tiempo, tenemos tiempo.
¿Quieren convertirse en parte de esta familia de desconocidos que ahora comparten una vida? Pueden conocer las distintas opciones acá.
Ellos
Con mis alumnos de Terapia Creativa estamos trabajando en un ciclo que se enfoca en valorar el proceso. Empezamos desarrollando personajes y a través de los meses fuimos descubriendo cosas nuevas de estos seres que antes no existían y ahora son muy reales. A veces planeo lo que voy a decir en una clase, pero en la mayoría de las oportunidades dejo que salga de mí lo que tenga que salir. En una oportunidad, creo que con el grupo de los sábados, dije algo que me sorprendió incluso a mí misma. A veces sabemos cosas que no sabemos que sabemos.
“Cuando inventen personajes, háganlos atemporales,” dije, y me quedé pensando en la veracidad de mi propia declaración. (Antes de pecar de soberbia, aclaro: no digo haber inventado el concepto, sino que de casualidad pude ponerle palabras a algo que evidentemente había aprendido de forma inconsciente, leyendo gente que realmente sabe.) Muchas veces solemos pensar personajes funcionales a una historia en particular. Queremos escribir sobre una madre primeriza entonces la pensamos directamente en sus 30s. Cuando imaginamos su infancia, lo hacemos prestándole atención solo a los sucesos que dieron como resultado características que nos pueden llegar a interesar para la historia que queremos contar (o sea, la de una madre primeriza en sus 30s). Si nos animamos a expandir su futuro, también caemos en el lugar de común de pensar cómo evolucionará en función de lo que estamos contando ahora (o sea, si tendrá más hijos, si luego tendrá nietos, etc). La realidad es que las personas (y una vez más repito, los personajes son personas) no son sus historias. Sí, puede que yo haya sido la nena que cantaba en los recreos en la escuela, la que elegía hacer teatro en lugar de ir a hockey, la que tenía una hermanita bebé y jugaba a maquillarla y disfrazarla. Ya no soy más esa persona. Tampoco soy la que sale todos los fines de semana, la que estudia Profesorado de Inglés o la que trabaja en una inmobiliaria. Y quizás hoy escriba newsletters y de talleres de escritura, pero no soy esa persona. Soy Juana. Soy las canciones de Britney que escuchaba en el living de mi casa de la infancia, soy los chistes que hacía con mi amiga Chiara en el club, soy esa rutina de gimnasia que desarrollé en la pileta con mi prima Sofía. Soy la certeza de saber dónde está estacionado el auto de Victoria, porque siempre me lleva a todos lados. Soy un pañuelo de papel que acompaña mi “soplá” dirigido a mis alumnos de jardín. Soy el museo que queda a cinco minutos de la oficina al que siempre me escapo a la hora del almuerzo. Soy el vinilo de Fleetwood Mac que pongo cada mañana durante la cuarentena. Soy los espacios que ocupo, las palabras que digo, las cosas que me hacen feliz. Soy, incluso ahora, todas las que fui. Soy el tiempo que tengo y la forma en que elijo pasarlo.
Cuando escriban personajes, hónrenlos con una eternidad independiente de su historia. Sepan que esa madre primeriza no lo fue hasta serlo. A sus quince años era una chica de quince años. Quiero ver su habitación, libre de todo rastro de una vida futura con hijos. Quiero ver su casa a los sesenta, cuando ya no es más esa persona con miedo a criar a sus hijos correctamente. Quiero verla viajando con sus amigas jubiladas, teniendo a sus hijos al fondo de su mente como una circunstancia de su vida que no la afecta en el presente.
Cuando escriban personajes, sáquenles la historia y estírenlos en el tiempo. Hagan lo mismo con ustedes. Entiendan que nada que intenten ser va a mantenerse para toda la eternidad. Hoy son exitosos pero no lo serán para siempre. Hoy están rotos y no lo estarán para siempre. Lo que durará hasta que dejen de existir ustedes es su forma de ver el mundo, la paciencia con la que aconsejan a sus amigos, el coraje de ir detrás de lo que quieren. No luchen tanto por la historia que se escriben y peleen en cambio por encontrar esos espacios en los que el tiempo deja de existir. Y hagan lo mismo con sus personajes.
Este espacio funciona a base de amor por la propuesta, libros que leo para crecer todos los días un poco más y Coca Cola que me acompaña cuando tengo sueño. Si quieren ayudarme a solventar esos libritos y coquitas, pueden hacer acá desde el exterior o acá desde Argentina.
Elles
Hoy nos toca, como siempre, homenajear a les artistas de nuestro espacio que se destacaron este mes. Todos los meses hacemos una competencia en los talleres de Terapia Creativa llamanda el Mundialito Regional, un oxímoron que nos copa bastante. Les chiques escriben, sus compañeres les votan y así tenemos a les ganadores. Pueden leer sus textos y los textos ganadores anteriores haciendo click acá y ver los videos completos en nuestro canal de YouTube. Con ustedes, el podio:
Categoría Voces. Ganadora: Lari Zanotti
Una vez más, la señorita Lari se corona ganadora de esta competencia. Esta vez fue Luna de sombra el texto que la declaró ganadora —y me dejó bastante asustada—. Hace casi un año que ella está en los talleres y lo que más aprendí de ella es que cualquier forma puede ser conquistada, siempre y cuando uno se anime a hacerlo. Y sé, porque trabajé con ella muy de cerca en la creación de un proyecto de novela, que hay cosas que cuestan. Para una poeta, la ficción en prosa no es fácil. Sin embargo, ella lo intentó y no solo consiguió excelentes resultados, sino que aprendió a disfrutar el proceso. Estoy muy orgullosa de ella y del camino que recorrió. Más orgullo me da aun saber que le espera un largo trecho en la escritura, y que yo voy a estar observándola de cerca.
Categoría Lugar. Ganadora: Fátima Joaquim
Nuestra querida Fati llegó a los talleres como la ganadora de la beca para escritores en bancarrota y desde entonces se quedó en nuestra aula virtual. Showcenter es un poema narrativo, una historia contada a través de imágenes vívidas y palabras cuidadosamente elegidas. Cualquiera que haya sentido que un lugar se convirtió en un santuario de una historia pasada (o sea, cualquiera que se sienta identificado con Holy Ground de Taylor Swift) va a saber sentirse parte de esta historia. Felicitaciones, señorita. Un triunfo más que merecido.
Si se suman al taller de Terapia Creativa para escritores van a:
trabajar sus miedos en un ambiente seguro, mejorar sus técnicas de escritura, ser parte de proyectos en grupo, poder participar del mundialito regional de escritura entre compañeros para ganarse un lugar y mostrar sus trabajos en este newsletter.
Si quieren probar este taller, tienen un 30% de descuento en diciembre. Pueden sumarse al grupo de los martes a las 15:30, los jueves a las 8 am o los sábados a las 10 am. Encuentran más info acá y reservan su lugar escribiéndonos a todonuestro.todosuyo@gmail.com.
Vos
Esta es una sección creada especialmente para vos. ¿Para vos? Sí, para vos, que querés convertirte en un autor publicado y no sabés cómo hacerlo.
Hacía rato que queríamos que este espacio sirviera más que para sólo producir, y fue por eso nos unimos a Belu, ex alumna del taller y ex editora de estilo con muchísima experiencia en el rubro.
¡Hola a todxs! ¿Cómo andan?
Hoy voy a tratar EL tema para escritorxs ignotxs que quieren ver sus palabras publicadas: concursos literarios. Ya lo había hinteado en septiembre, me tomé octubre para ordenarme y acá estoy.
Si deciden ir por el camino de las editoriales convencionales (gran momento para refrescar la segunda pregunta que respondí en este bello newsletter, en donde definí tecnicismos de términos), los concursos literarios suelen ser la opción más democrática para lxs que no tenemos contactos en el mundillo. Los hay miles, para todos los géneros, formatos y colores. A cuáles presentarse dependerá de lo que escriben (y de lo que busquen conseguir con lo que escriben: véase ¿Cómo busco una editorial acorde? (bis) en las respuestas anteriores. Juro que no meto más throwbacks por hoy).
Todo muy lindo, pero ¿dónde corno están esos famosos concursos? ¿Cómo se encuentran? Seguir a sus editoriales, revistas, etc etc preferidas es un gran primer paso, porque si algún día lanzan una convocatoria abierta, seguro la comuniquen por sus canales oficiales. Ahora, si buscan ampliar el panorama, LA herramienta número uno es el buscador de concursos de la web escritores.org, que pueden encontrar aquí. El sitio se encarga de recopilar y difundir convocatorias vigentes de toda América Latina y España. Pueden filtrar los concursos por país, género literario, por si admiten envíos por correo electrónico, entre otras cosas. Esto último es clave, porque hay muchas convocatorias que por esta vía reciben material sin importar el domicilio del participante. Por ejemplo, concursos de España que reciben entradas de cualquier región hispanohablante. Capaz te descubren en un país vecino antes que en el tuyo…
Lo más importante que tienen que mirar son las BASES Y CONDICIONES de cada concurso. Esa sección a la que siempre le ponemos “acepto” sin leerla cuando nos abrimos una red social nueva acá cobra especial importancia: es la que nos permitirá saber si ese concurso es para nosotrxs o no. Cada convocatoria tiene sus requisitos y lineamientos a la hora de recibir material y de permitir quién participa: léanla bien para evitar desgastes innecesarios de esfuerzo. Si el límite son 15 hojas y mandan 30, ni se van a calentar en leérselos. Tampoco si dicen que solo aceptan participantes con domicilio en Colombia y lo mandan con dirección de Argentina.
Hay ciertas cuestiones y consejos universales que conviene respetar para cualquier envío de material, sea el concurso que sea: las veremos en el próximo newsletter. Por ahora, ya tienen para entretenerse con el buscador.
Besos!! ❤
Belu
Si querés leer esta respuesta y todas las anteriores, acercate a este post que está en nuestro perfil. Si tenés material que quieras publicar o simplemente te gustaría saber de antemano cómo funciona la industria, dejale tu pregunta en este formulario.
¿Te gustaría participar de nuestros talleres pero no te coinciden los horarios? Sumate a nuestros talleres grabados. Te ofrecemos tres opciones:
La Hoja en Blanco, la herramienta que va a sacarlos del bloqueo creativo y va a empujarlos de lleno a la escritura.
La Factoría de Historias, un curso express de ficción que te va a llevar de la mano a través de la inspiración, la escritura y la edición, para que escribas un cuento y disfrutes cada parada en el camino.
El Semillero, cuatro encuentros grabados para hacer a tu tiempo en la comodidad de tu hogar. Podés ver ejemplos de qué cosas enseñamos en el taller en estas historias destacadas.
Más info de todos estos talleres por acá.
Ustedes y yo
Una vez más llegamos al final de este espacio que a esta altura viene siendo mi relación más duradera. Si hablamos de tiempo, es importante destacar que hace casi dos años que llego a sus casillas. El tiempo también lleva la impronta de la constancia. De hecho, muchas veces me encuentro frente a alumnos que buscan extender el tiempo que dedican a su momento de creación. Siempre queremos que sea más permanente, que se consolide más en la rutina. No sé si esa es la solución. Sé que, personalmente, necesito constancia para retener el interés. Cuando una serie se toma un año entre temporadas me olvido que me gusta. Por eso aparezco acá todos los meses, porque no quiero que se olviden de que existo. Creo que merecen esta honestidad de mi parte. Sin embargo, la constancia también surge del disfrute. Me gusta el momento de sentarme a pensar en qué puedo decirles, veo como un regalo el hecho de poder considerar esto una parte de mi trabajo. Y si tengo que ser honesta, creo que el mayor motivo por el cual puedo llegar a ustedes de forma ininterrumpida es la red de gente con la que cuento. Creo entonces que capaz la erramos viendo a la constancia como un medio para un fin (el éxito, la concreción de proyectos) cuando en realidad es una consecuencia lógica de encarar los proyectos desde el amor y la comunidad. Mi reflexión final, entonces, es esa: si buscan mantener su práctica creativa, cualquiera sea, a través del tiempo, prueben priorizando el disfrute.
En los meses que siguen nos esperan muchos proyectos, proyectos que son posibles gracias a la gente que trabaja en ellos. Es mi mayor y único deseo que sirvan para que las palabras lleguen a más personas, para que la escritura salve más vidas, para que todos seamos un poco más felices gracias a la creatividad. Sea como sea, espero que ustedes formen parte, como lo vienen haciendo desde hace casi dos años. Gracias, de verdad. Este tiempo que vengo teniendo abocada a mi creatividad existe gracias a ustedes.
Nos vemos el mes que viene, el último del año, o quizás en unos días si eligen sumarse a nuestro Patreon.
Un abrazo tan cálido como siempre,
Juani