Chicas buenas
Sobre estar del lado correcto de la historia, la demonización de la tibieza y la última versión de La Chica Buena™️
Los principios que deciden qué es “hacer las cosas bien” van cambiando con el tiempo. En 2010, ser una buena chica iba de la mano con sonreír, trabajar duro y, sobre todo, hacer silencio. Unos años más tarde, las buenas chicas eran las que marchaban por sus derechos usando gorritos de lana rosa o glitter en los cachetes. En los últimos años, con la amenaza entendiéndose más fuerte que en la primera ola de gobiernos machistas, a las chicas buenas se nos empezó a pedir que demostremos que nuestra militancia no fue solo una moda en nuestra vida. Sobre todo, siento que se nos pasó a exigir una convicción intachable en consignas absolutas. Ningún pero, ningún gris. O estás de nuestro lado, o estás con ellos.