Escritorio Abierto #14
Hacerse amiga de la práctica, por Marcela Arévalo Uribe
Cuando lancé En Borrador hace tres meses, anuncié que la producción de textos frescos necesitaría tomarse descansos ocasionales para mantener la naturaleza orgánica del espacio. Supe que diciembre sería un periodo de dejarme caer y no escribir cosas nuevas, y me propuse buscar un cronograma alternativo que pudiera sostener el flujo de palabras aportando voces interesantes sin llevarme al agotamiento.
En una de las reuniones que tengo con las escritoras que mentoreo a través del programa Mano a Mano, me encontré deseando poder grabar y reproducir lo que estaba sucediendo. Cualquier docente sabe que se aprende tanto o más enseñando que tomando clases, y yo aprendo con mis alumnas cada mes. Por qué no, entonces, extender esta experiencia, dejar que mis lectores también se lleven algo de lo que pasa en lo privado de nuestros encuentros, no en forma de grabación sino a través del medio que más nos representa: las palabras.
Durante diciembre Escritorio Abierto compartirá pequeñas entrevistas con las escritoras que más me inspiran, esas que me permiten viajar con ellas a través de su práctica y me abren la puerta a su propio milagro de creación artística. Ojalá lo disfruten tanto como yo disfruto trabajar codo a codo con estas mujeres.
Hacerse amiga de la práctica, por Marcela Arévalo Uribe
Juana: ¿Cómo ha sido tu historia de amistad con la escritura?
Marcela Arévalo Uribe: Por mucho tiempo yo creí que la escritura era mi escape, a ese lugar al que tenía que irme para ser feliz, porque todo podía pasar y yo amaba eso. Con el tiempo, me di cuenta de que la escritura y yo éramos una sola, una misma, que era mi compañera de aventuras, de recuerdos, de sueños. Creí que me la tenía que ganar, que debía ser de una forma para ser merecedora, pero hoy me doy cuenta de que la escritura siempre estuvo, que siempre me dio ese espacio para ser, para explayarme, para estar. Hoy no me veo sin ella. Cuando se va por etapas, la extraño muchísimo, es como extrañarme a mí misma y cuando está, me siento tan yo que me llena.
J: ¿Cómo encarás los bloqueos creativos o momentos en los que las ideas no quieren pasar a la hoja?
MAU: Antes lloraba, no voy a mentir. Sentía que era mi culpa, que si me pasaba eso era porque no soy lo que se requiere para escribir. Hoy entiendo que la escritura no solo está en mi cabeza, que está en todo y dejo fluir. Suena cliché y más fácil decirlo que hacerlo, porque siempre hay una vocecita que te quiere arrastrar a rendirte, pero lo que me sirve es decirme "bueno, hora de dejar ir, que cuando sea será". Me voy al sol, cierro la compu, me llevo el cuaderno por las dudas. Pueden pasar horas, pueden pasar días, pero en algún momento, abro mi cuaderno y empiezan a salir ideas. Ideas sueltas, que luego se vuelve una unidad que me deja con ganas de más; de más ideas, de más personajes, de más paisajes, de más escribir. Aprendí de Juani también que a las ideas hay que alimentarlas, y encontrar qué alimenta mis ideas me ayuda un montón. A mí me sirve la naturaleza, la veo y me salen ideas. A veces, personas, a veces otros libros; creo que es muy personal, pero sirve mucho observarlos para buscarlos en esos días difíciles que parecería que las ideas se fueron para no volver. Spoiler: siempre vuelven, lo prometo.
J: Ahora te encontrás escribiendo una historia que hace años tenés dando vueltas en la cabeza. ¿Cómo te conectabas con esta idea antes de escribirla? ¿Qué sentiste cuando la empezaste a poner en palabras?
MB: La veía con un efecto en blur. Sabía que era algo que tenía entre manos, pero no sabía qué era, así que decidí respetarla y darle su espacio, pero anotando mentalmente y físicamente todo lo que podía. A veces era una palabra, una persona que veía y me conectaba a mi idea. A veces la temática, a veces una escena o un diálogo. Fueron muchos los trozos que después de casi dos años se formaron en mi cabeza e hicieron clic. Aún me pasa que, cuando lo escribo, me viene surgiendo de a poco. A veces un diálogo, a veces una escena, o simples partes del personaje. Cuando te mandé el primer bosquejo fui tan feliz. Sé que decir "feliz" puede parecer una palabra simple, pero sentí eso: una extendida y cálida sensación de felicidad y paz. No por escribirlo y que de repente tomara forma; sino porque la forma en la que decidí cuidar a la historia (siendo paciente, observándola, esperándola) había sido correcta y ahora ella quería mostrarse. Yo creo que a veces forzamos mucho a nuestras ideas, somos muy exigentes con nosotros y con ellas. Tal vez lo único que necesitamos es paciencia y un ambiente ideal para que ellas puedan vivir a través de nosotros. (Sí, soy muy fan de "Big Magic" y re apoyo su teoría de que las ideas tienen vida.)
Si el bichito de la curiosidad te viene picando hace tiempo y querés calmar su entusiasmo, consultá mi programa de mentorías individuales, Mano a Mano. Podés trabajar un proyecto en concreto, como Marcela, o usar el espacio para explorar la práctica de la escritura y ver a dónde te llevan las palabras. No me gusta vender con urgencia, pero desde este mes hasta abril de 2025 mi agenda estará muy llena. Si querés probar esta mentoría:
Todo Nuestro empezó como un espacio para aquellos que aman las historias.
En 2025, su quinto año de actividad, queremos honrar este punto de encuentro y por eso te traemos una edición especial de La Ronda: Primer Capítulo. Este taller consta de clases para que incorpores herramientas narrativas y escribas el primer capítulo de esa historia que tenés adentro. ¿Sos principiante? ¿Nunca escribiste siquiera un cuento? ¿No vas a tener tiempo de comprometerte a escribir una novela entera? No importa.
La Ronda, Primer Capítulo es un espacio de ocio.
Empezamos el 7 de enero. Las inscripciones están abiertas y los lugares son limitados.
En Privado, la sección exclusiva para aquellos que apoyan económicamente En Borrador, también está ofreciendo un cronograma especial. En diciembre, vas a poder leer una lista de 25 certezas que me llevo al 2025 y una poesía con instrucciones para pasar de página. Si querés recibir estas dos ediciones, tener acceso al archivo completo y a la carta de la editora de diciembre,
Yo soy Juana Riepenhausen, o Juana.txt, y En Borrador es mi espacio de exploración. Quizás me conozcas por mi libro Tu amiga, la escritura. Quizás hayas tomado clases conmigo a través de mi escuela online Todo Nuestro, Todo Suyo. Quizás hayas leído retazos de mis newsletters anteriores en mi Instagram, ahora inactivo. Quizás sea este newsletter tu forma de acercarte a mí.
Esta escritora rechaza el intento por impulsar el engagement y reza por el regreso de un vínculo escritor/lector que exista en lo privado y lo honesto. En línea con esta idea, los comentarios de En Borrador estarán cerrados.
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