Hoy es lunes, y elijo escribir. Ya no escribo todos los lunes o, mejor dicho, ya no mando algo escrito todos los lunes. Me gusta sentir que cuando decido hacerlo, se vuelve más importante. No sé si para aquel que lo recibe, pero definitivamente para mí, que es lo que al fin y al cabo importa. En los últimos meses, se redujeron las personas que reciben este newsletter. Situación lógica nacida sin dudas de una saturación de newsletters y un cansancio concreto hacia la lectura de una persona en concreto (si me pasa a mí como lectora, cómo no le va a pasar a mis lectores para conmigo). No reniego de esto, ya aprendí que la audiencia es como el mar. Las olas se van y vuelven, y alguna siempre hay. Pero sí tomo esta métrica en cuenta, sostengo su valor en mis manos a la hora de tomar decisiones. Si me lee menos gente, se vuelve doblemente importante tomar decisiones sin pensar en sus repercusiones. Si me lee menos gente, se vuelve doblemente importante escribir para mí.
Hace tiempo que escribo lo que yo quiero escribir. No creo nunca haber escrito algo que no quería escribir, pero sí hubo momentos en los que escribía cosas pensando en qué generarían del otro lado. Escribí una novela para que mi abuela no se muriera, otra para que un chico me eligiera y cientos de newsletters para que gente que no conozco me dijera que tengo derecho a dedicarle mi tiempo a esto. Pero mi abuela se murió, y ese chico no me eligió, y ya no sé si creo en que haya que tener derecho a hacer lo que uno quiere con su tiempo, pero en cualquier caso sé que no creo en que un desconocido puede venir a otorgármelo. Ahora escribo lo que en cada momento siento que quiero sacar de mí. Mentiría si dijera que no me importa qué piensa quien me lee, y no quiero mentir cuando escribo, pero tampoco es que me importa tanto como para cambiar mi foco. Me gustaría que aquello que quiero escribir sea exactamente lo que otros quieren leer, y creo que este deseo va a existir siempre, pero al final del día, o al principio de la mañana, mis palabras siempre ganan, y terminan diciendo lo que quieren.
Hace tiempo que escribo lo que quiero escribir y hace más tiempo que le doy forma a todo aquello que se me ocurre. Diciembre siempre existe para mí como una ventana que se abre a la reflexión, enmarcada por mi cumpleaños y Navidad, y este año no es la excepción. Estos últimos días estuve haciendo inventario de todo lo que hice en estos años. Tres podcasts en colaboración, una revista literaria, decenas de clubes de lectura, un cuaderno que viajó por todo mi país. Es verdad que los últimos años fueron más calmos, pero tampoco me quedé quieta. Modifiqué plantillas de Canva para hacer revistas y contenido de redes, cambié más de una vez el concepto de mis newsletters, rediseñé todo el plan de estudios de mis talleres. Hice. Hice menos que antes pero hice todo lo que se me ocurrió, sin dejar que ninguna idea quedara perdida o trunca. Y en este diciembre de hacer inventario y sacar cuentas, llego a la conclusión de que sigo queriendo hacer, pero ya no quiero hacer tanto.
Quiero hacer menos, y lo quiero hacer mejor. Matar ideas no es mi creencia, pero necesito dejar que algunas mueran por su propia liviandad. Ya no tengo el tiempo o la energía de concretar todo aquello que se me ocurre. O quizás sí, y no tengo ganas. Tengo ganas de concretar, de una buena vez, las mejores ideas que tengo. Las más profundas. Son aquellas que no tienen una audiencia inmediata, o quizás no la tendrán nunca, pero son las que al fin y al cabo me hacen sentir más satisfecha. Son las que saltan al frente de mi mente cuando estoy leyendo un buen libro, o las que se presentan como receptáculo de mis reflexiones más personales. Una novela que habla de los vínculos, que por mucho tiempo solo podré leer yo. Ensayos que cuentan mis historias pasadas más especiales, que cada semana son leídos por el 0.5% de todos mis lectores. Lo mejor que escribo, para ninguno o solo unos pocos. Ahí es donde quiero poner el foco.
Con esto no quiero decir que vaya a dejar de escribir públicamente, o que piense cerrar mi página web para siempre. Me gusta el intercambio y lo necesito para poder seguir. Pero quiero ser intencional. Quiero escribir públicamente solo cuando realmente lo sienta. Quiero dar clases o tener reuniones cuando esté segura de que hay algo que puedo aportarle a las personas que confían en mí. Quiero hacer menos para poder hacer más de aquello que realmente me sale bien. Darle forma a un personaje, contar la historia de mi canción favorita, ayudar a una escritora a que encuentre su voz.
Me da miedo esta decisión. Siempre me da miedo romper una promesa, y aunque haya aclarado que no puedo prometer nada cuando la creatividad está presente, no puedo eliminar el sentimiento de incomodidad que me genera dejar de hacer algo que una vez hice con tanto convencimiento. En mis mejores sueños el 2026 será el año de la ficción, con toda la validación externa que alguna vez soñé. En mis peores pesadillas, el año que me espera me va a encontrar enfrentándome al olvido más absoluto, consecuencia de haber elegido retirarme de lugares a los que me aferré por tanto tiempo. Seguramente, la realidad caerá en el medio de estos dos extremos. Existirán quienes me olviden y existirá un compromiso con aquello que más quiero escribir, pero yo seguiré siendo la misma y el mundo seguirá girando.
Propuestas de Adviento - tu última oportunidad de conseguirlas, antes de que desaparezcan del catálogo!
¿Hace tiempo que venís jugando con la idea de hacer un taller on demand?
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Durante diciembre, vas a poder acceder a estas propuestas por última vez, antes de que se retiren del catálogo. Son especialmente recomendables para aquellos que:
🌸 No tienen tiempo para comprometerse a un proceso continuo.
🌸 Prefieren trabajar solos, o con una mentora individual.
🌸 Necesitan un poco de claridad a la hora de encarar su proceso.
🌸 Quieren entrar en el mundo de la escritura de a poco, a su ritmo.
🌸 Hace tiempo vienen pensando en alguna de estas propuestas, y no quieren dejarlas pasar!
Tenés tiempo hasta el 18/12 para reservar tu lugar. Los talleres on demand tienen acceso vitalicio y las reuniones y/o devolución de textos pueden agendarse hasta el 28/02/2026.
Propuestas para los que quieren escribir
Si alguna vez formaste parte de los espacios que coordino, estás invitado a participar de La Ronda, nuestro taller de exploración narrativa. Sumate en diciembre para cerrar el año con nosotras escribiendo alrededor del disparador 🎉 CEREMONIA 🎉. Tenés tiempo hasta mañana, 02/12, para inscribirte.
Si querés sumarte pero no sos ex alumno, te esperamos en enero. Y en solo 2 semanas abrimos lugares para nuestra clase abierta :)
Si tenés un proyecto en mente o querés explorar la escritura conmigo, en un espacio individual, te espero en Mano a Mano, una mentoría continuada para proyectos narrativos. Anotate en la lista de espera para empezar en enero de 2026!
Propuestas para los que quieren leer
Una de las decisiones que tomé el año pasado fue no molestar a mis lectores gratuitos con anuncios de que un nuevo newsletter pago había sido publicado. Me parece las forma más honesta de presentarme en tu bandejas de entrada: si te llega un correo mío, es porque podés leerlo. Pero sé que los extractos que regalaba eran interesantes para algunos, por eso, un pequeño recordatorio: si vas a la página de En Borrador y hacés click en las columnas exclusivas, casi siempre vas a poder leer una parte de forma gratuita. Cuando no haya extracto disponible, es porque todo lo que decía el ensayo se sentía muy vulnerable para estar abierto al público.
Estas son las ediciones que fueron saliendo en las últimas semanas:
Si querés leer estos ensayos enteros, y acceder al archivo completo de este newsletter, podés acceder a una membresía paga. Sé que muchas personas no tienen esta posibilidad, pero escribir textos personales para un público abierto tampoco es una posibilidad que yo pueda darme en este momento. Mi opción para encontrarnos en el medio es ofrecerte estos ocasionales newsletters gratuitos, o un descuento que quizás se adapta más a tu bolsillo:
Podés cancelar tu suscripción en cualquier momento si descubrís que no es para vos.
Si algún ser querido me está leyendo y quiere acceso, me manda un mensaje :)
Yo soy Juana Riepenhausen, o Juana.txt, y En Borrador es mi espacio de exploración. Quizás me conozcas por mi libro Tu amiga, la escritura. Quizás hayas tomado clases conmigo a través de mi escuela online Todo Nuestro, Todo Suyo. Quizás hayas leído retazos de mis newsletters anteriores en mi Instagram, ahora inactivo. Quizás sea este newsletter tu forma de acercarte a mí.
Esta escritora rechaza el intento por impulsar el engagement y reza por el regreso de un vínculo escritor/lector que exista en lo privado y lo honesto. En línea con esta idea, los comentarios de En Borrador estarán cerrados.
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