Un nostálgico nunca compraría el perfume de su abuela muerta, no volvería a entrar a su escuela primaria, jamás osaría replicar la receta de las milanesas que hacía la mamá de su compañerita de primaria. Un nostálgico trae el pasado al presente siempre en forma de recuerdo, replicando un eco pero nunca la canción, porque sabe que no tiene que ver con el perfume, el patio de la escuela, o esas milanesas de jamón redondo fritas por el tiempo justo. El nostálgico sabe que lo que añora es sentirse joven, ser esa persona que ya no es, tener a su abuela adelante, mirar el mundo con ojos de niño que va a la escuela, comer las milanesas después de pasarse la tarde haciendo la tarea.